Érase una vez, hace diez años…
El 9 de enero del 2007, hace exactamente diez años, comenzó una nueva era. ¿Quién nos iba a decir a los amantes de las blackberry o a los usuarios de un ladrillo por móvil que diez años más tarde casi todo el mundo tendría un smartphone?
¿Smartphone? ¡¿Qué es eso?! ¿Acaso teníamos idea alguna de lo que se nos venía encima?
Pantallas táctiles
Música, internet y llamadas en un solo dispositivo
Cámaras con buena resolución
Imágenes que se pueden ampliar con un solo gesto de dedos
Diseño sencillo y elegante
Y un larguísimo etcétera. El iPhone marcó un antes y un después en la usabilidad de los teléfonos móviles. Hayas tenido o no un iPhone a lo largo de tu vida, ten por seguro que tu smartphone actual ha adquirido características del iPhone. Cada vez los smartphones son más sencillos, con pantallas más grandes, menos botones, con interfaces de usuario más sencillas y elegantes…
Hay gente que ama Apple, sus dispositivos y su sistema operativo. Otros, en cambio, lo odian. Es normal, en la variedad está el gusto, no tiene que tener todo el mundo la misma opinión. Sin embargo, no podemos negar que, sea cual sea, de la marca que sea, el smartphone que tienes entre tus manos, en tu bolsillo/bolso o encima de tu mesilla de noche en este preciso instante, éste no hubiera sido el mismo si aquel 9 de enero de 2007 Steve Jobs no hubiera presentado el iPhone.
¿Quién hubiera pensado hace diez años que tanta gente se gastase cientos y cientos de euros en un smartphone? ¿Que estuviéramos dispuestos a gastar tanto dinero en un dispositivo móvil?
Para quien no haya visto la presentación, dejo el video aquí para que podáis echarle un vistazo:
¿Cómo creéis que sería nuestra manera de comunicarnos hoy en día si no hubiera existido el iPhone? ¿Creéis que utilizaríamos Whatsapp, Facebook, Instagram y demás aplicaciones tal y como hacemos ahora? ¿Creéis que existirían dichas aplicaciones para móviles?
El iPhone fue el sueño y obra de un visionario, de una persona que luchó siempre por destacar, por ser diferente, por ofrecer al mundo un sueño y que el mundo entendiese su objetivo.