27 Dic

¿Actitud?

¿Qué palabra tan extraña no? Dice tanto, especifica tan poco…Si te sientas a pensar uno minutos sobre ella como hice yo, te pierdes en el entramado de tus pensamientos y corres el riesgo de cometer un “error” que pocos cometen, reflexionar.

Más que una palabra sin más, es una sensación, es una idea, es un mucho que engloba un todo. ¿Qué es la ACTITUD? ¿Cuántas actitudes hay? ¿Qué ACTITUD he de tomar? ¿Es esta la actitud adecuada?… Y así podríamos escribir miles de preguntas, muchas de ellas sin solución, muchas de ellas con respuestas subjetivas, muchas de ellas aún inexploradas. Esta última afirmación, si me estas leyendo con calma, te puede haber despertado un “¿cómo va a estar inexplorada una actitud? Si con todas las personas que hay/ha habido seguro que todo esto lo ha pensado alguien”. Pues la respuesta a esto es sí, y no, y un puede tal vez también. Vivimos en un mundo cambiante en el que lo imposible se hace realidad cada día, en el que una madre puede llegar a levantar un coche para salvar a su hijo, en el que dos situaciones difieren al menos en 2 millones de detalles, en el que nuestra actitud ante el día a día se ve sometida a difíciles pruebas que nos hacen tambalear, reforzarnos, enfurecernos o llenarnos de la motivación más grande posible. En un mundo así, ¿cuántas ideas quedan por descubrir?

Pero bueno, sin irme por las ramas que ya veo que me pierdo. La idea de este post era hablaros de la palabra ACTITUD y de por qué un grupo de jóvenes voluntarios la escogemos como slogan del TEDxOviedoUniversity.

Lo primero que te tienes que preguntar, como para muchas cosas en esta vida, para encontrar tu slogan es «¿Y dónde está el límite?». No lo hay, no existe, a la hora de pensar en una idea el único que la limita eres tú.

Lo siguiente que también nos preguntamos nosotros es, «¿Qué pretendemos con este evento?». Y la respuesta surgió al instante, estaba clara para todos. Queremos motivar, encender mentes, quemar prejuicios, ayudar a buscar esa motivación interior. Queremos reír, pensar, reflexionar, emocionarnos. Queremos aportar nuestro granito de arena, que todos aporten ese granito de arena, y con esos ellos construir…UNA CIUDAD ENTERA. ¿Quién fue el que decidió que se debía construir un castillo?¿Por qué limitarnos a construir un solo edificio cuando tenemos a nuestra disposición una infinidad de opciones?¿Por qué pararse en construir esa casa feudal cuando podemos construir una ciudad, un país, un mundo?

Bien, teníamos claro que la cosa iba sobre romper límites, sobre como cada uno tenemos una visión diferente de cada situación, sobre el poder de la mente en nuestro día a día. Pero seguíamos sin encontrar esa frase/idea que resumiese todo eso, el slogan adecuado nos estaba esquivando.

Las ideas fluían, todas diferentes, todas originales, todas muy buenas (o casi todas, no pequemos de soberbia). Pero entonces, ¿cuál escoger? Cada uno de nosotros adoptó una postura (una opinión) que defendió a capa y espada, pero a todos nos acabaron convenciendo todas las ideas. ¿Cuál era el problema? A todos nos gustaba la ACTITUD que nuestros compañeros habían tomado de cara a escoger ese slogan que debía inspirar a todos los invitados al evento. Y de repente nos dimos cuenta, estaba claro, lo que movía a una persona en su vida hacia sus objetivos, hacia sus metas, hacia sus fracasos, en definitiva lo que le hacía escoger un camino u otro era la ACTITUD. Y al ser algo tan importante, una palabra tan corta que usamos a diario y que encierra tal cantidad de sentimientos y que es fuente de inspiración para todos, la escogimos como estandarte que ondear al viento el día del esperado evento. Así podríamos dedicarle al menos un día al motor de nuestras vidas, a nuestra… ACTITUD.

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