Sin ánimo de lucro

Hay cosas que, para que no se olviden, merecen ser recordadas con cierta frecuencia. Que TED es una organización sin ánimo de lucro es un ejemplo. El equipo organizador de TEDxOviedoUniversity no cobra ni una sola peseta -ni tampoco desea cobrarla- por todo el esfuerzo que viene desempeñando durante varios meses. Entonces, ¿por qué tanto esfuerzo? La respuesta es sencilla. Porque nos gusta, porque creemos que para nuestra ciudad es conveniente un evento de este tipo y porque el prestigio de una universidad también depende de lo que sus alumnos hagan por ella.

Una vez recordado esto, creo que es bueno reflexionar sobre hasta qué punto medimos cada paso que damos pensando en una inmediata remuneración económica, sin pensar que hay cosas que se hacen por el mero placer de hacerlas. Sólo aquellas personas que tasan cada elemento de su vida en base al rendimiento económico que les reporta y no por el resto de satisfacciones que puedan conseguir, sólo quienes cuantifican su felicidad en dinero, osan reprochar al resto vivir por y para su cuenta corriente. Y es que mirar más allá de lo inmediato o de la rentabilidad monetaria también es cruzar la línea e incluso nadar contra corriente.

Por todo ello, creemos que, como reflexión para el día de hoy, conviene que colectivamente pensemos en hasta qué punto podríamos vivir en un mundo en el que el lucro económico fuese el único que contase y que incluso se llegase a imponer sobre el resto de deseos de las personas. Sirva esta característica de la filosofía TED como pretexto y excusa para meditar sobre ello.

Daniel Rodríguez Rodero